Andrea nos relata cómo vivió ella la experiencia:
"Primero, fuimos desde el colegio hasta el Metro. Esta vez, íbamos sólo la clase de 5ºB, y cómo en la excursión de los dinosaurios ya habíamos ido en Metro, nos resultó más fácil que la primera vez.
Cuando llegamos al circo, nos hicimos una foto en la puerta que os mostramos a continuación.
Al entrar, nos presentamos. Las dos monitoras, se llamaban Ruthi y Mónica. Fueron muy simpáticas y nos enseñaron muchas cosas sobre el circo.
El primer ejercicio fue un juego de múscia en el que teníamos que imitar a dos payasos, uno elegante y otro un poco tonto. Mónica tocaba el acordeón y, mientras, nosotros les imitábamos. Cuando la música paraba, teníamos que quedarnos como estatuas.
A continuación, algunos niños ayudaron a Ruti a preparar un circuito, en el que había que hacer dos voleteretas, colgarse del trapecio, hacer equilibrio, colgarse de una cuerda estilo Tarzán y subirse a una bola gigante. Ahí podéis ver algunas imágenes:
Después, nos dividimos en dos grupos. Uno se tenía que subir a la cuerda floja y otro, hacer malabares. Luego cambiamos los grupos.
Una vez terminados los ejercicios, hicimos una relajación. También hicimos una valoración de lo que más nos había gustado y explicamos por qué.
Nos gustó mucho porque hicimos cosas que nunca habíamos hecho antes y aprendimos la vida del circo. Además, las monitoras fueron muy agradables y nos atendieron muy bien.
Al salir, estuvimos un rato en el parque jugando y tomando el desayuno.
Cuando llegamos, estábamos muy cansados pero muy contentos porque lo habíamos pasado genial".
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